jueves, 22 de mayo de 2014


OTRO ASPECTO COMUNICACIONAL SOBRESALIENTE
FRÍO CUBRIMIENTO DE UNA ENTREGA
La plaza principal del corregimiento Barragán, en la parte mas alta de la montaña de Tuluá, era un hervidero de guerrilleros. Por lo menos 500, entre hombres y mujeres, todos debidamente uniformados con prendas militares y desafiando los cinco grados que marcaba el termómetro, se paseaban por la plaza principal, los corredores de la escuela y hasta la única oficina de Telecom. Era el momento para llamar a los suyos.
Ese día, como nunca, el poblado tulueño mas próximo a los límites con el Tolima, estaba alborotado. La guerrilla de las Farc, con Pablo Catatumbo al frente, había anunciado la liberación del coronel de la policía, Álvaro León Acosta Argoty, secuestrado por la subversión tras el derribamiento de un helicóptero en el que el oficial recorría la zona, ajeno al riesgo que suponía adentrarse en esa zona altamente penetrada por la insurgencia.

Terminada la tarde, cuando el frío empezaba a hacerse mas recio, la espalda de un guerrillero indígena trajo el radioteléfono y, desde lejanas montañas, se dio la orden de que la liberación de Acosta ya no sería en Barragán. El mando central lo dejaría libre en otra zona del país. Todos los periodistas, algunos llegados desde el exterior, empezaron a bajar la Cordillera Central para retomar el calor del Valle añorado por tres largos y gélidos días.

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